En el marco de la movilización convocada este jueves por la CGT contra el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional, dirigentes sindicales de distintos sectores expresaron un fuerte rechazo a la iniciativa y alertaron sobre un retroceso en derechos adquiridos por los trabajadores.
El secretario adjunto del Sindicato de Petroleros Privados, Carlos Gómez, sostuvo que la propuesta “no tiene nada positivo para los trabajadores” y remarcó que la protesta social es la principal herramienta para enfrentar las políticas oficiales. “Son casi 200 artículos los que modifican la Ley de Contrato de Trabajo. Somos conscientes de que la única forma de frenar al Gobierno es estando en las calles”, afirmó.
En la misma línea, el dirigente gremial Gustavo Fita calificó la reforma como “una ley que va para atrás” y advirtió que no protege derechos, sino que los elimina. Entre los puntos cuestionados mencionó el banco de horas, al señalar que “no es el trabajador el que decide cuántas horas trabajar, sino el empresario”.
Fita también aseguró que la iniciativa no beneficiará ni a los empleados ni a las pequeñas y medianas empresas, y vinculó el deterioro del empleo con la aplicación del DNU 70/23. Según indicó, desde su implementación se habrían perdido alrededor de 250 mil puestos de trabajo en el país. En el plano local, mencionó el impacto en Comodoro Rivadavia, donde estimó una caída de 12.500 empleos, de los cuales 6.500 corresponden a la actividad petrolera, además del cierre de cerca de 300 comercios.
El dirigente reclamó además una postura clara de los legisladores nacionales, el gobernador y los intendentes de la provincia. “Les pedimos que voten a favor de la gente y no en contra de los trabajadores”, expresó, y cuestionó los discursos oficiales que niegan la pérdida de empleo.
Por su parte, el referente del Centro de Empleados de Comercio, Matías Silva, calificó la reforma como “recesiva” y advirtió que su impacto se sentirá con mayor fuerza el próximo año si es aprobada. Enumeró entre los puntos más sensibles posibles cambios en vacaciones, aguinaldo, jornadas laborales y derechos indemnizatorios, y denunció presiones políticas sobre los legisladores para garantizar su sanción.
Al cierre de la jornada, los dirigentes destacaron la masiva participación y la unidad del movimiento obrero. Aseguraron que continuarán con las medidas de protesta y el diálogo con los representantes parlamentarios, con el objetivo de frenar una reforma que consideran perjudicial para el conjunto de los trabajadores.

















