Soledad, una madre de Río Gallegos, vive una pesadilla desde el pasado 9 de diciembre, cuando su hijo Santino, de 7° año, sufrió una brutal agresión en el acto de fin de año de la Escuela del Viento. Un compañero lo golpeó con un palo, causándole una fractura en la mano que requirió una cirugía en Comodoro Rivadavia.
El ataque ocurrió durante el acto escolar, sin supervisión adecuada, según relata Soledad. Santino explica que, tras el incidente, informó al profesor, pero no recibió la atención necesaria. “Me pusieron hielo nada más; no vino ninguna ambulancia”, contó el adolescente a ADNSUR. A pesar del dolor, Santino continuó participando en el acto, ocultando la gravedad de la lesión.
Soledad, al enterarse del incidente, llevó a su hijo al hospital, donde se confirmó la fractura. La respuesta de la escuela, según la madre, fue nula. La directora, en lugar de brindar explicaciones, priorizó otras tareas, y posteriormente se negó a comunicarse con Soledad, derivándola a la Mutual 12 de Septiembre. Incluso, la escuela le reclamó el pago de la cuota de diciembre, a pesar de la situación de Soledad, quien quedó sin trabajo tras el incidente. Su solicitud de ayuda para adquirir medicamentos también fue ignorada.
Tras numerosos reclamos, la obra social Ospe autorizó el traslado a Comodoro Rivadavia para la cirugía, realizada el pasado jueves. Sin embargo, Soledad denuncia la precariedad de la cobertura: reciben una asignación diaria insuficiente para alimentación y deben costear sus propios traslados dentro de la ciudad, a pesar de las dificultades de Santino por la cirugía.
Madre e hijo regresarán a Río Gallegos este miércoles, con un nuevo control médico programado para el 28 de febrero. La incertidumbre sobre cómo solventar un nuevo viaje a Comodoro Rivadavia para la próxima consulta genera angustia en Soledad, quien teme que la falta de respuesta de la obra social deje a su hijo sin la atención médica necesaria.
Con información de ADNSUR
