El Gobierno de Javier Milei anunció la reducción de retenciones para las exportaciones agrícolas, una medida que busca incentivar la liquidación de cultivos clave como soja, trigo y girasol en el primer semestre del año. Si bien el mercado celebra esta decisión, surgen interrogantes sobre la eliminación del “dólar Blend” y el impacto en los precios locales que reciben los productores.
El jueves, el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que la baja de retenciones será temporal, vigente hasta el 30 de junio. Además, algunos productos como azúcar, algodón, tabaco y arroz verán eliminados estos impuestos de forma permanente. Según estimaciones de Adcap Grupo Financiero, el costo fiscal de la medida representará una caída del -0,18% del PBI, mientras que Outlier calcula un impacto del -0,12%.
Sin embargo, la situación del sector es desafiante. Las lluvias moderadas del último trimestre de 2024 reavivaron los temores de sequías para la cosecha 2024/25, lo que llevó a las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y Rosario a recortar en un 4% sus proyecciones de producción de soja y maíz. Outlier incluso prevé una caída mayor, estimando un 10% menos que las cifras proyectadas en diciembre de 2024.
A esto se suma la reducción de áreas de siembra de soja, con 200.000 hectáreas menos según Adcap, debido a la incertidumbre económica y la búsqueda de cultivos alternativos.
¿Qué sucederá con el dólar Blend?
La medida se da en un contexto de negociaciones con el FMI y antes de una reunión clave con la Mesa de Enlace, pautada para el 6 de febrero. Desde mediados de 2024, el organismo internacional ha instado al Gobierno a eliminar el “dólar Blend”, un esquema que otorga una cotización especial para las exportaciones agrícolas. Esto podría brindar mejores precios al sector, pero también plantea dudas sobre su implementación y el impacto en la competitividad de los productores.
Según Outlier, la baja de retenciones podría trasladarse de manera lineal al precio local, generando un aumento de entre 20 y 26 dólares por tonelada en el caso de la soja. Esto equivaldría a unos 80 dólares por hectárea, similar a las pérdidas estimadas en la zona núcleo para campos arrendados. No obstante, aún persisten incertidumbres sobre si esta mejora será suficiente para compensar los costos y evitar márgenes negativos.
Expectativas después del 30 de junio
El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, advirtió sobre los desafíos que enfrentará el sector una vez que las retenciones vuelvan a su nivel original. “Es posible que el Gobierno evalúe una baja definitiva, aunque en porcentajes menores”, indicó.
Mientras tanto, el sector sigue atento a los próximos movimientos de la gestión de Javier Milei, con la esperanza de que estas medidas permitan una mayor estabilidad para la producción agrícola en un contexto de incertidumbre climática y económica.
