Hoy, 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una jornada destinada a generar conciencia, fomentar la detección temprana y brindar herramientas a la comunidad para prevenir este problema de salud pública que afecta a millones de personas en el mundo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan cerca de 800.000 personas en todo el mundo, y por cada muerte consumada, se estima que muchas más intentan quitarse la vida. En Argentina, las cifras también son preocupantes: el Ministerio de Salud de la Nación indica que alrededor de 12 personas mueren por suicidio cada día, lo que lo convierte en una de las principales causas de muerte en jóvenes y adultos jóvenes.
La prevención del suicidio implica la participación de toda la sociedad. Expertos destacan la importancia de prestar atención a las señales de alerta, como cambios abruptos en el comportamiento, aislamiento social, tristeza profunda, pérdida de interés en actividades cotidianas, consumo problemático de sustancias o expresiones de desesperanza.
Entre las estrategias de prevención, los profesionales recomiendan:
- Mantener un diálogo abierto y sin juicios con personas que manifiesten pensamientos suicidas.
- Promover el acompañamiento emocional de familiares y amigos.
- Facilitar el acceso a profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras.
- Reducir el estigma asociado a la búsqueda de ayuda.
- Difundir líneas de asistencia disponibles las 24 horas, como el 0800-333-5444 en Argentina, que ofrece contención y orientación gratuita.
Además de la atención directa, la prevención también implica políticas públicas y programas educativos que fortalezcan la salud mental, fomenten la resiliencia y promuevan espacios seguros en escuelas, lugares de trabajo y comunidades.