El incendio forestal en Epuyén, que ya lleva cinco días activo, ha consumido más de 3.000 hectáreas y forzado la evacuación de más de 200 familias. A pesar de que se esperan lluvias para la tarde de este lunes, los fuertes vientos y las altas temperaturas complican las tareas de los equipos de emergencia.
Desde el inicio del fuego, que comenzó el pasado miércoles y se propagó rápidamente, unas 50 viviendas han sido destruidas. Brigadistas y bomberos de localidades como Golondrinas, Cholila, Lago Puelo, El Maitén, Río Senguer, Esquel y Trevelin trabajan sin descanso, apoyados por personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y de Parques Nacionales Los Alerces y Lago Puelo. La lucha contra las llamas cuenta además con dos aviones hidrantes, un avión observador y un helicóptero con helibalde.
“El daño es significativo y estamos enfrentando condiciones muy difíciles, pero la dedicación de los equipos es inquebrantable”, expresó José González, jefe del SNMF.
Aunque todavía no hay cifras oficiales, las pérdidas en infraestructura y recursos naturales son millonarias. Mientras tanto, peritos del Ministerio Público Fiscal (MPF) investigan las causas del incendio, que ha afectado gravemente a familias, comercios e instituciones de la zona.