Investigador del Conicet rehabilita represa prehispánica en Perú para proveer agua a comunidades locales

En un proyecto pionero, el investigador del Conicet Kevin Lane ha liderado la rehabilitación de la represa prehispánica Ricococha Alta, ubicada en la Cordillera Negra de Perú. Esta antigua estructura hidráulica ha comenzado a proveer agua a comunidades locales, marcando un hito en la recuperación de tecnologías ancestrales.

Según Lane, la concepción de la tecnología hidráulica y las represas en el pasado era mucho más integral y sostenible. Esta rehabilitación no solo beneficia a las comunidades actuales, sino que también puede servir como un punto de partida para futuros proyectos de igual magnitud. Lane enfatizó que las comunidades antiguas mantenían una relación mucho más estrecha con el agua en comparación con la actualidad.

En la costa peruana, donde la población actual es considerablemente más alta que en el pasado, la demanda de recursos hídricos es constante. Los proyectos hidráulicos contemporáneos, ya sean de cemento u otras formas, enfrentan presiones significativas debido a la necesidad de abastecer de agua a estas regiones.

Lane señaló que, aunque en la antigüedad existía una relación más natural entre los pueblos y el agua, esto no excluía la posibilidad de abusos ecológicos, ya que los seres humanos tienden a sobreexplotar los recursos. Verónica Isabel Williams, también investigadora del Conicet y directora del Idecu (Instituto de las Culturas), destacó que la rehabilitación de la represa de Ricococha Alta es un ejemplo de cómo la arqueología puede generar conocimientos que influyen en la vida de las poblaciones actuales.

El proyecto liderado por el doctor Lane ha demostrado un impacto prometedor en el campo de las tecnologías hidráulicas y ha establecido un puente valioso entre el pasado y el presente. Además, este enfoque fomenta el intercambio de conocimientos y abre nuevas posibilidades para replicar esta experiencia en otros contextos similares.

La rehabilitación de la represa prehispánica en Perú no solo resalta el valor de las tecnologías ancestrales, sino que también demuestra cómo la arqueología puede contribuir al desarrollo y bienestar de las comunidades contemporáneas, estableciendo una conexión significativa entre el pasado y el presente.