De la recuperación al crecimiento del sector metalúrgico

Publicado por: Real Chubut - Agencia de Noticias 18/04/2022 Nacional



La industria busca despegar luego de tres años consecutivos de caída.

 

En un 2022 desafiante, transformar la recuperación en crecimiento es uno de los ejes prioritarios de la agenda productiva. Una agenda que presenta múltiples desafíos y dilemas para las industrias de todos los sectores.

El año pasado marcó un punto de inflexión para la actividad industrial: el primero con crecimiento luego de tres años de contracción. Las cifras del Índice de Producción Industrial del CEU-UIA relevaron un crecimiento del 15,4 por ciento para la producción. Una suba que tuvo como punta de partida los niveles muy bajos registrados luego de la crisis macroeconómica de 2018-2019 y de la pandemia en 2020. La comparativa con los niveles de prepandemia muestra un incremento de la producción de 7 por ciento.

En los primeros meses de 2022, este proceso enfrenta dilemas y desafíos importantes. Uno de ellos, el aumento generalizado de costos. La dinámica de la pandemia y el actual conflicto bélico en Ucrania presentan tensiones en las cadenas de suministro y de logística internacional –que se agravan con la escasez de containers–. Los costos del transporte a escala global se multiplicaron en dólares y alcanzaron valores superiores a los de la prepandemia.

La inversión es otra de las dimensiones claves para potenciar en función de los desafíos y dilemas de Argentina. Un dato para tomar en cuenta es que la motivación de las inversiones registradas durante este período fue la oportunidad de corto plazo, en tanto que estrategia de cobertura. Actualmente, la inversión se ubica en niveles bajos en términos históricos e internacionales –alrededor del 17 por ciento, lejos de la media de 25 por ciento–.

Otro factor a tener en cuenta es que el aumento de la producción se trasladó sólo parcialmente al mercado de trabajo. El empleo industrial registró un incremento de 2,5 por ciento interanual (+27 mil trabajadores) durante el 2021. Pero si se compara con el 2019, la cantidad de asalariados en la industria apenas se incrementó en un 0,3 por ciento (+3,6 mil trabajadores). Tomando una perspectiva histórica reciente, el empleo se encuentra un 12,1 por ciento por debajo del máximo de 2013: 153,5 mil puestos menos. Inversión productiva y generación de empleo son dos pilares fundamentales para que la recuperación cobre fisonomía de crecimiento.

“Propuestas UIA para un desarrollo productivo federal, sustentable e inclusivo” es el documento que la Unión Industrial Argentina presentó a fines de marzo y que aborda de manera integral cuestiones como la inversión y la generación de empleo. El trabajo se articula alrededor de tres dimensiones: un conjunto de iniciativas parlamentarias para impulsar la inversión, el empleo, el entramado industrial y las exportaciones en el corto plazo; el desarrollo federal basado en las economías regionales y la infraestructura económica –transporte, logística, energía, agua y telecomunicaciones–; y más de cien medidas para impulsar la productividad y la competitividad en términos estructurales.

En materia de competitividad y productividad, la agenda condensa desafíos que hacen al potencial del sector en relación al mercado interno y a las exportaciones. Debemos transitar un largo camino para alcanzar a aquellos países que se encuentran en la cima tecnológica. Contamos con numerosos activos para seguir avanzando en lo que refiere a Industria 4.0: un amplio entramado industrial, un sistema educativo de alta calidad y un sólido sistema científico y tecnológico nacional. Se trata de pilares clave para promover la adopción y la creación de tecnologías aplicadas al proceso productivo.

Muchos de los desafíos que el país está encarando encuentran en la industria un aporte para construir las bases de un proceso que transforme la recuperación en un crecimiento sustentable y sostenible en el tiempo, aseguran los expertos de estudios económicos del Centro de Estudios UIA Pablo Dragún y Daniela Rozenbaum.

La actividad metalúrgica fue el año pasado uno de los motores de la actividad industrial y creció por encima de las proyecciones más optimistas. En los primeros meses de este 2022 el sector continúa con una tendencia positiva, creciendo en torno al 2 por ciento interanual, según el relevamiento mensual que se realiza desde ADIMRA, reseñó Página/12.

 

Imagen ilustrativa de Clarin


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