HACE TREINTA AÑOS PIAZZOLLA VOLVÍA A SU LUGAR NATURAL

A 30 años de su fallecimiento, el legado que dejó Astor Piazzolla fue enorme. Cambió lo incambiable, el tango, y volvió a poner a la Argentina en boca de todos con su música.

Se cayó en un baño de París el gran Astor. Había sufrido una trombosis cerebral. Lo trasladaron a Buenos Aires días después. Nunca pudo recuperarse. Dos años después falleció el hombre que había cambiado el tango para siempre.

Algunos hombres dicen que Piazzolla volvió a su lugar de origen. Si dicen que el cielo es la casa de los ángeles y de Dios, Piazzolla volvió a su casa. Aunque el supo que su casa fue Buenos Aires y su piel, Argentina.

Siempre quiso representar las calles que caminó. Nunca quiso ser profeta en su tierra y aún así, dejo un legado inmenso plagado de notas y contrapuntos. “La música que me gusta escuchar es la del lugar donde proviene. Hay jóvenes que hoy tocan la música de donde son. Yo toco música de Buenos Aires. No se si es tango, se que es música de Buenos Aires”.

Se reconocía Argentino, a pesar de haber sido criado en Nueva York

No quiso ser tocado por orquestas. Ni tampoco tener un renombre mundial. El pecado fue llevar su cultura envuelta en música. Por eso lo aman personas, y por eso se convirtió en símbolo. Por eso fue tocado por orquestas, por eso tiene renombre mundial.

Tocó parado un instrumento que se tocaba sentado. Por eso sintió que miró a todos desde arriba. Por eso quizás se equivocó que todos podían mirarlo parados, igual que él.

Hoy, como todo el año, podremos escuchar Libertango o mejor Olimpia 77. No importa. La obra inundó al artista, que se fue, quien sabe donde.

Quizás volvió a su casa