Tras detectar posibles irregularidades en las evaluaciones, el Ministerio de Salud estableció estrictas condiciones para los 141 postulantes a residencias médicas que deberán volver a rendir el examen. La medida alcanza a los aspirantes que obtuvieron puntajes superiores a 86 sobre 100 en la prueba del 1° de julio y sobre quienes no se pudo comprobar una correlación académica.
La disposición fue publicada por la Dirección de Calidad y Desarrollo del Talento en Salud, el área encargada de la formación profesional en el ámbito sanitario. Según el nuevo reglamento, los médicos rendirán este jueves 7 de agosto una evaluación escrita presencial, con 100 preguntas de opción múltiple.
Entre los requisitos, se prohíbe el ingreso con cualquier tipo de dispositivo tecnológico: celulares, relojes inteligentes, calculadoras y anteojos con conexión digital, entre otros. Tampoco se permitirá llevarlos apagados. Además, si algún aspirante necesita ir al baño durante la evaluación, será acompañado por personal autorizado del aula.
El examen tendrá una duración de cuatro horas y se desarrollará entre las 9 y las 13. Para rendir, los postulantes deberán presentar su DNI. En el caso de extranjeros, se aceptará certificado de residencia precaria con foto, acompañado del DNI vencido o pasaporte, más la constancia de la Dirección Nacional de Migraciones.
El resultado de esta nueva instancia se tomará en cuenta solo si el puntaje obtenido no difiere en más de un 10% respecto al examen anterior. Si el desempeño es menor, se aplicará la nueva nota. Pero en ningún caso podrán superar el puntaje original: si rinden mejor, conservarán igualmente la calificación obtenida el 1° de julio.
Esta decisión se tomó luego de una auditoría interna impulsada por un Comité de Expertos del Ministerio, que detectó posibles casos de fraude en la instancia previa y recomendó una nueva evaluación para garantizar la transparencia del proceso de selección.