Tras el trágico asesinato de Kim Gómez en La Plata a manos de dos adolescentes de 14 y 17 años, el Gobierno Nacional busca acelerar el tratamiento y la sanción de la baja en la edad de imputabilidad. En medio de la conmoción por el crimen y la inimputabilidad de uno de los detenidos, se han desatado debates sobre la necesidad de reformar el sistema penal juvenil en Argentina.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, expresó la urgencia de tratar el Régimen Penal Juvenil presentado hace un año, instando a una pronta acción por parte del gobierno. Sus declaraciones fueron respaldadas por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien calificó el crimen como una «aberración» y enfatizó la importancia de no permitir la impunidad de los menores delincuentes.
El proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo Nacional propone reducir la edad de imputabilidad a los trece años y establecer un nuevo Régimen Penal Juvenil para adolescentes que cometan delitos tipificados en el Código Penal. La propuesta incluye penas de hasta 20 años y prohíbe la reclusión perpetua, enfocándose en una solución integral que aborde la reinserción social y laboral de los adolescentes involucrados en delitos.
El Gobierno argumenta que la baja en la edad de imputabilidad es necesaria para evitar la impunidad de los delitos cometidos por menores de 16 años y abordar la injusticia percibida por las víctimas y la sociedad en general. El proyecto busca adaptar la legislación a la realidad actual, considerando los cambios en la sociedad y la comprensión de la criminalidad adolescente.