El acto de finalización del ciclo lectivo en la Escuela N.º 711 del barrio Pueyrredón estuvo marcado por una ausencia imposible de ignorar. El martes 16 de diciembre, mientras los estudiantes de 6.º 3.ª subían al escenario para recibir sus diplomas, una silla quedó vacía: la de Gonzalo Guenchur, asesinado a los 17 años en mayo de 2024.
Gonzalo debía egresar junto a sus compañeros, pero su vida fue truncada el 22 de mayo del año pasado, cuando esperaba el colectivo para ir a clases. En un intento por evitar que le robaran el celular, corrió detrás del asaltante —un adolescente de 15 años— y recibió una puñalada fatal. El agresor, por ser menor de edad, resultó inimputable.
Su muerte generó una profunda conmoción en la comunidad educativa y en la ciudad, y reavivó a nivel nacional el debate sobre la baja de la edad de inimputabilidad. Este martes, el recuerdo volvió a hacerse presente de manera contundente y emotiva.
Durante el acto, Noelia Alderete, madre de Gonzalo, asistió junto a sus otros hijos y recibió en su nombre los reconocimientos por su trayectoria escolar. El momento estuvo cargado de emoción, entre aplausos, lágrimas y un silencio respetuoso que atravesó el salón.
“En 6° 3ª siempre fuimos 30”, escribió luego Noelia en sus redes sociales, agradeciendo a la escuela y a los compañeros de su hijo por mantener viva su memoria. “Gracias por recordar a mi hijo con tanto amor y respeto”, expresó, deseando además un buen camino a los egresados de la promoción 2026.
Entre las imágenes que acompañaron el mensaje, se destacó el diploma entregado a Gonzalo, con una frase que sintetiza su paso por la institución: “Su perseverancia y pasión por aprender serán recordadas como un ejemplo a seguir”. También apareció el mural pintado en la escuela en su honor, frente al cual posaron sus hermanos.

















