Una familia de Rawson quedó envuelta en un protocolo sanitario por rabia después de que su gata atrapara un murciélago dentro de su vivienda. El episodio comenzó cuando un ruido en el quincho llamó la atención de los dueños y descubrieron al animal felino sosteniendo al murciélago con la boca. El ejemplar fue encerrado y entregado al área de Zoonosis municipal, que activó el procedimiento de análisis.
El resultado llegó desde el Instituto Pasteur: el murciélago estaba infectado con rabia. La notificación ubicó el caso dentro de los tres detectados recientemente en la provincia y encendió las alertas sanitarias.
La gata, de dos años, no tenía la vacuna antirrábica vigente. Por esa razón deberá permanecer aislada durante cuatro meses bajo observación estricta, mientras convive en la vivienda con un niño pequeño. La familia enfrenta un desafío logístico para evitar cualquier contacto, dado que no existe un espacio municipal disponible para alojar al animal.

















