El pasado viernes 22 de Diciembre de 2017 Norma «Lily» Carrizo, de 53 años fue vista por última vez en Avenida Moyano, en la localidad de Rada Tilly y desde entonces nunca más se supo de ella.
Ese mismo día, Norma le envió un mensaje a una de sus hijas, cerca de las 11:51 de la mañana, antes de salir de su casa:
«Hola Amor. Tengo que hacer. Vuelvo tarde. Lo mucho que te amo. Sos mi compañera». Lo último que se supo de «Lily» fue que tomó un remís desde barrio Roca hacia Rada Tilly.
A más de 7 años de aquel momento, su hija volvió a compartir una reflexión a través de la red social Facebook:
«Es muy raro el proceso de búsqueda de una persona, la desaparición en sí misma. Pasas de inventar un “se fue de viaje, ya va a volver” a tal punto de creértelo para luego caer en una cruel realidad (una realidad que se da en meses, años).
Nadie quiere asumir el hecho de que alguien de su entorno desapareció o se “esfumo” como dicen algunos.
Es preferible decir “ya va a volver” para aminorar el dolor, pero lastimosamente ese dolor no aminora, más bien se profundiza con el correr de los días.
En el transcurso de la desaparición aparecieron innumerables personas, las que vienen a repararte y también las que vienen a ponerte los pies sobre la tierra, las que con preguntas sobre la búsqueda te hacen caer en la cuenta de que es real, que está sucediendo.
Me parece tan ilógico que hace casi 8 años sigas desaparecida, porque para mí tu desaparición siempre es hoy. Una herida latente, presente, persistente. Una herida que no cierra.
Recuerdo las primeras horas, los primeros días de no poder conciliar el sueño… de dormir con el celular pegado porque esperaba un mensaje/llamada que nunca llego y aun espero.
Recuerdo también todos los años que no deje portal de noticia sin cubrir tu búsqueda y también todas las veces que viniste a traerme paz al menos en los sueños.
El corazón te busco hasta el cansancio y hoy por fin encontró la conexión madre e hija para extrañarte un poco menos, para mantenerme de pie, para sentirte cerca… quizás sea ese motivo por el que deje de escribirte tantas cartas, pero con el deseo intacto de volver a verte una vez más. Abrazo de luz mami, donde quiera que estés. Yo aún te espero, yo aún quiero saber que paso, yo si quiero volver a abrazarte como en diciembre y que todo esto sea un mal recuerdo.. te espero siempre.»