Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una fecha dedicada a concientizar sobre este trastorno que afecta a más de 280 millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este día busca promover el reconocimiento temprano, el acceso a tratamientos adecuados y la importancia de la empatía hacia quienes padecen esta condición.
La depresión se caracteriza por una profunda sensación de tristeza, pérdida de interés en actividades cotidianas, cambios en el apetito, alteraciones del sueño, falta de energía, dificultades para concentrarse y, en casos graves, pensamientos de autolesión o suicidio. Este trastorno no discrimina edad, género ni contexto socioeconómico, pero es más prevalente entre mujeres y jóvenes.
Organizaciones de salud mental, gobiernos y entidades no gubernamentales de todo el mundo aprovechan esta jornada para ofrecer talleres, charlas y campañas en redes sociales que inviten a romper el estigma asociado con las enfermedades mentales. El lema de este año, “Hablar salva vidas”, enfatiza la importancia de abrir espacios seguros para conversar sobre los sentimientos y buscar apoyo profesional.
En Argentina, especialistas destacan la importancia de la prevención y el acceso a la salud mental. Según el Ministerio de Salud, uno de cada diez argentinos experimenta síntomas de depresión en algún momento de su vida, y las consultas por este tipo de trastornos han aumentado en los últimos años.
El tratamiento puede incluir terapia psicológica, medicamentos antidepresivos y cambios en el estilo de vida. Sin embargo, la OMS subraya que casi el 75% de las personas que necesitan ayuda no la reciben debido a barreras económicas, falta de servicios especializados o el estigma social.