El tribunal francés también sentenció a otros 20 hombres a penas de entre 3 y 15 años de cárcel por su participación en los delitos.
Un tribunal en Aviñón, Francia, condenó este jueves a Dominique Pelicot a 20 años de prisión por drogar y violar sistemáticamente a su exesposa, Gisèle Pelicot, durante diez años. Además, Pelicot fue declarado culpable de reclutar a más de 50 hombres para que abusaran de ella mientras se encontraba inconsciente.
La sentencia, la máxima permitida por la ley francesa, también incluyó condenas para otros 20 hombres involucrados, quienes recibieron penas de entre 3 y 15 años de prisión por violación agravada y otros delitos.
El juicio y las pruebas
El caso, que conmocionó a Francia, se basó en el testimonio valiente de Gisèle Pelicot, quien renunció al anonimato para exponer los horrores que vivió. Durante casi una década, su esposo le suministró tranquilizantes y somníferos sin su conocimiento, mezclándolos en su comida y bebida. Luego, utilizaba una página web para reclutar hombres que abusaran de ella mientras estaba inconsciente.
“Pensaba que éramos una pareja unida”, declaró Gisèle en el juicio. Fue recién en 2020, tras la denuncia de un guardia de seguridad que sorprendió a Pelicot tomando fotos indebidas en un supermercado, que la policía descubrió los crímenes.
Impacto y simbolismo
Gisèle Pelicot, de 72 años, se ha convertido en un símbolo de valentía en Francia. Su decisión de enfrentarse públicamente al juicio marcó un punto de inflexión para las víctimas de abuso sexual en el país. “Quiero que todas las mujeres que han sido violadas digan: ‘La señora Pelicot lo hizo, yo también puedo'”, expresó.
La sentencia fue recibida con aplausos de la multitud congregada en el tribunal, que mostraba carteles de apoyo a Gisèle. La presidenta de la Asamblea Nacional francesa, Yaël Braun-Pivet, también destacó su valentía: “Gracias a usted, la vergüenza cambia de bando y se rompen los tabúes”.
Reacciones y próximos pasos
Aunque Dominique Pelicot admitió los cargos, algunos de los otros acusados alegaron haber actuado bajo el supuesto consentimiento del esposo, lo que el tribunal desestimó categóricamente. Su defensa anunció que evaluarán apelar la sentencia en los próximos diez días.
Gisèle, pese a ser reconocida como una heroína, asegura que su lucha no ha terminado. “Detrás de esta fachada de fortaleza hay un campo de ruinas”, admitió. Sin embargo, su caso ha dejado una huella imborrable, inspirando a otras víctimas a alzar la voz.
