Los eclesiásticos y laicos que estarán involucrados en el Cónclave que comenzará este miércoles 7 de mayo prestaron este lunes juramento de confidencialidad en la Capilla Paulina, dentro del Palacio Apostólico. Según establece la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, todos ellos están obligados a guardar un absoluto secreto sobre todo lo que ocurra durante la elección del nuevo Pontífice.
La ceremonia fue encabezada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, y contó con la presencia de dos protonotarios apostólicos. Tras recibir una explicación detallada del compromiso que asumían, cada uno de los presentes recitó y firmó la fórmula oficial, comprometiéndose a no divulgar ninguna información relacionada con las votaciones, bajo pena de excomunión automática (latae sententiae) impuesta por la Santa Sede.
Entre quienes suscribieron el juramento figuran desde altos cargos eclesiásticos hasta personal de apoyo logístico. Participan el secretario del Colegio Cardenalicio, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, monseñor Diego Ravelli, siete ceremonieros pontificios, confesores en distintos idiomas, dos religiosos agustinos encargados de la Sacristía Pontificia, además de médicos, enfermeros, ascensoristas, personal de limpieza, cocineros, empleados de la Florería y técnicos de servicios.
También juraron dos oficiales de la Guardia Suiza Pontificia, responsables de la seguridad en la Capilla Sixtina, y el director de Seguridad y Protección Civil del Estado de la Ciudad del Vaticano, junto a parte de su equipo. Incluso los conductores que trasladarán a los cardenales desde la Casa Santa Marta hasta el lugar de la votación forman parte de esta lista.
El secreto es total: no están permitidas grabaciones de audio ni video y cualquier intento de romper esta confidencialidad será castigado con la excomunión. De este modo, el Vaticano refuerza el cerrojo de silencio que rodea al proceso de elección del nuevo Papa, en cumplimiento de las normas promulgadas en 1996 por Juan Pablo II.