Una nueva oportunidad para debatir el proyecto de ley de Ficha Limpia, impulsado por el PRO, fracasó en la Cámara de Diputados debido a la falta de quórum. La sesión no logró los 129 legisladores necesarios, con solo 116 presentes, 13 menos de lo requerido, y la oposición denunció un pacto entre el oficialismo y el kirchnerismo.
El presidente de la Cámara baja, Martín Menem, anunció que la sesión no pudo llevarse a cabo luego de superar los 30 minutos estipulados por el reglamento. Este es el segundo intento fallido en una semana para tratar esta iniciativa, que busca prohibir a los dirigentes condenados en segunda instancia por delitos de corrupción postularse a cargos electivos.
Tras dar por caída la sesión, Menem permitió las expresiones de los legisladores de la oposición. La diputada del PRO, Silvia Lospennato, una de las principales impulsoras del proyecto, no ocultó su frustración: “Supongo que los corruptos van a estar festejando hoy. También los terroristas, que no van a poder ser juzgados porque no se aprobó el juicio en ausencia. Van a festejar todos los delincuentes que podrán seguir robando”, declaró. Además, Lospennato acusó a sus colegas de no cumplir con sus compromisos y criticó la impunidad que, a su juicio, se consolida en el Congreso.
Por su parte, el diputado de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, se sumó a las críticas y sugirió que la falta de apoyo se debe a una estrategia política del oficialismo que busca evitar confrontar con la vicepresidenta Cristina Kirchner, recientemente condenada en segunda instancia por corrupción. “Están dispuestos a perder la elección por una táctica de corto plazo”, señaló, acusando a los diputados de querer mantener abierta la posibilidad de que Kirchner sea candidata en las elecciones legislativas de 2025.
Este nuevo fracaso para el PRO se da a solo días de que termine el período de sesiones ordinarias y cuando aún no hay certeza de que el Gobierno convoque a sesiones extraordinarias. Además, el proyecto no podría ser tratado el año próximo, ya que se respeta una regla no escrita en la Cámara que impide tratar reformas electorales en años electorales.