Este 21 de marzo, con el equinoccio de otoño, comienza oficialmente la nueva estación en Argentina y en todo el hemisferio sur. Se trata de un período de transición en el que los días comienzan a acortarse, las temperaturas descienden y la naturaleza se tiñe de tonos dorados y rojizos.
El origen del equinoccio de otoño
El otoño comienza con el equinoccio, un fenómeno astronómico en el que el Sol se encuentra alineado con el Ecuador terrestre, provocando que el día y la noche tengan una duración casi idéntica. Este evento ocurre dos veces al año: en marzo, cuando inicia el otoño en el hemisferio sur, y en septiembre, cuando comienza en el hemisferio norte.
Las civilizaciones antiguas ya observaban estos cambios y les otorgaban significados profundos. En culturas como la incaica y la maya, el equinoccio marcaba un momento clave en los ciclos agrícolas, ya que determinaba el tiempo de cosecha. En la mitología griega, se relacionaba con el mito de Perséfone, la diosa que regresaba al inframundo en esta época, provocando la llegada del frío y la caída de las hojas.
El otoño en Argentina
En Argentina, el otoño es una estación de clima más templado y agradable en varias regiones, aunque en la Patagonia los fríos comienzan a intensificarse. Es también el período de la cosecha de la vid en Mendoza y San Juan, una actividad fundamental para la producción de vinos. Además, es la época en la que muchos árboles, como los plátanos, arces y álamos, se visten con sus características hojas amarillas y naranjas.
Más allá de los cambios naturales, el otoño también se asocia con una etapa de renovación y preparación para el invierno. Con tardes más frescas y la caída de hojas en parques y bosques, esta estación invita a disfrutar de la belleza de la naturaleza en transición.