La Tragedia de Cromañón, ocurrió el 30 de diciembre de 2004 en la ciudad de Buenos Aires, dejó 194 víctimas fatales y más de 1400 heridos, muchos de ellos con secuelas físicas y psicológicas. Este desastre marcó un antes y un después en la historia de la sociedad argentina, no solo por la magnitud del sufrimiento humano, sino también por las profundas implicaciones jurídicas y políticas que generó. A dos décadas de aquel trágico suceso, el proceso judicial sigue siendo uno de los más complejos y mediáticos de la historia reciente del país, reflejando la responsabilidad del Estado y de los organizadores del evento, en especial la banda Callejeros.
El Suceso:
La noche del 30 de diciembre de 2004, la banda Callejeros se presentó por tercera vez en el local República Cromañón, en el barrio de Once. Como era común en sus recitales, el público comenzó a lanzar bengalas, una práctica peligrosa en un lugar cerrado, con materiales inflamables como las mediasombra y el techo de plástico. A pesar de que tanto los organizadores del evento como la propia banda pidieron en varias ocasiones que no se usaron pirotecnia, una bengala impactó contra el techo y desató rápidamente un incendio. Las llamas y el denso humo causaron pánico en el lugar, y la falta de medidas de seguridad, como salidas de emergencia habilitadas y puertas cerradas con candados, agravaron aún más la situación. La desesperación de los asistentes, que intentaban huir, se convirtió en tragedia cuando 194 personas murieron asfixiadas por el humo tóxico o aplastadas en la estampida, mientras que más de 1400 resultaron heridas.
La cronología de los juicios
El proceso judicial sobre la Tragedia de Cromañón fue sumamente complejo y tuvo varias etapas, marcadas por cambios en las acusaciones, las condenas y las absoluciones. A continuación, se detallan los principales hitos del juicio:
Enero de 2005: Primeros procesamientos
En los primeros días de enero de 2005, la jueza de instrucción María Angélica Crotto dictó el procesamiento de Omar Chabán, gerente del local y responsable del mismo, por homicidio simple con dolo eventual, es decir, la responsabilidad por las muertes por una conducta imprudente. pero con conciencia del riesgo que se corría. Al mismo tiempo, se procesaron a otras personas vinculadas al lugar, como Diego Argañaraz, mánager de la banda, Raúl Villarreal, coordinador de seguridad del local, y Lorenzo Bussi, encargado de seguridad. Además, se imputó a varios comisarios y agentes por cohecho pasivo, es decir, por aceptar sobornos para permitir la actividad del local sin cumplir con las normativas de seguridad.
Junio de 2005: Procesamientos de los miembros de Callejeros
En junio de 2005, se procesó a los miembros de Callejeros por homicidio culposo agravado, es decir, por causar las muertes de manera negligente, sin intención directa de matar. También fueron procesados numerosos funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, incluidos los encargados de la fiscalización y el control del local, por omisión de sus deberes.
Septiembre de 2005: Modificación de la caratula
En septiembre de 2005, la Sala V de la Cámara del Crimen cambió la carátula del caso de homicidio culposo a estrago doloso, es decir, que el daño provocado fue intencional. Esto se debe a que se perciba que los imputados actuaron con conciencia de la posibilidad de que algo grave pueda ocurrir, aunque no con la intención directa de causar el daño. Esta modificación fue un punto clave en la discusión jurídica sobre la responsabilidad de los involucrados.
Diciembre de 2005: Nuevas imputaciones
En diciembre de 2005, el juez Julio Lucini, quien reemplazó a la jueza original por razones de salud, imputó a los integrantes de Callejeros por estrágo doloso seguido de muerte, y a otros responsables por cohecho. Esta acusación reflejaba un cambio en la calificación de los hechos, en la que se ampliaba la responsabilidad de los involucrados, no solo por el incendio, sino medidas también por los sobornos que permitieron que el lugar siguiera funcionando sin las de seguridad necesarias.
2006-2007: Procesamientos por cohecho
A lo largo de 2006 y 2007, los miembros de Callejeros y otros responsables fueron procesados por cohecho activo, ya que se descubrió que, además de su responsabilidad en el incendio, también habían pagado sobornos a funcionarios para evitar controles en el local y permitir que el lugar siguiera abierto en condiciones peligrosas.
2009: El juicio y las primeras condenas
El juicio por la Tragedia de Cromañón comenzó oficialmente en 2009, y el 19 de agosto de ese año, el Tribunal Oral en lo Penal N° 24 dictó una sentencia. Omar Chabán fue condenado a 20 años de prisión, mientras que Diego Argañaraz y el subcomisario Carlos Díaz recibieron penas de 18 años. También fueron condenadas algunas funcionarias por faltas de control y omisión de sus deberes. Sin embargo, los miembros de Callejeros, el comisario Miguel Belay y el funcionario Gustavo Torres fueron absueltos en primera instancia.
2011: Revocación de las absoluciones
En abril de 2011, la Cámara de Casación Penal revocó las absoluciones de los integrantes de Callejeros y los aparentemente coorganizadores del considerando. Esta decisión fue clave, ya que significaba un cambio importante en la calificación de los hechos, y la Corte consideró que los miembros de la banda también tenían responsabilidad en la tragedia, aunque la calificación del delito pasó de “doloso” a “culposo”, es decir, de intencional a negligente.
2012: La sentencia definitiva
El 17 de octubre de 2012, la Sala IV de Casación Penal confirmó las condenas impuestas por la Cámara de Casación. Las penas definitivas fueron de 10 años y 9 meses para Chabán, quien moriría en 2014 a causa de un cáncer, mientras que otros miembros de la banda recibieron penas de entre 5 y 7 años. Además, el escenógrafo del grupo, Horacio Cardell, fue condenado a 6 años de prisión, y varias personas más recibieron penas por los delitos de incendio culposo seguido de muerte y cohecho.
2014: Liberación de los condenados
A pesar de que los condenados pasaron menos de dos años en prisión, en agosto de 2014 la Corte Suprema aceptó tratar algunos casos y dictó la liberación de los músicos de Callejeros, Villarreal y los tres exfuncionarios. Sin embargo, todos volvieron a prisión en abril de 2016, después de que la Corte y la Cámara de Casación ratificaron las sentencias.
2016: Confirmación de las condenas
En abril de 2016, la Corte Suprema de Justicia ratificó la sentencia de los tribunales inferiores y rechazó los recursos extraordinarios presentados por los imputados, dejando firme la condena a los responsables. Así, la justicia se cerró finalmente, aunque la memoria colectiva de la tragedia sigue viva en la sociedad.
El legado de la tragedia
A 20 años de la Tragedia de Cromañón, la sociedad argentina sigue buscando y lecciones de un evento que reveló graves fallas en la seguridad de los espacios públicos y en el control del Estado. La tragedia no solo dejó pérdidas humanas, sino que también destapó una serie de corrupciones y negligencias que involucraron tanto a los organizadores del evento como a funcionarios públicos. A pesar de las condenas, el dolor y la angustia por lo sucedido no cesan, y la memoria de Cromañón sigue siendo un llamado a la responsabilidad y la justicia.