Cada 10 de julio se celebra en Argentina el Día del Carpincho, una jornada que busca visibilizar a esta emblemática especie sudamericana y destacar su rol en los ecosistemas acuáticos. Si bien no es una efeméride oficial, la iniciativa surgió desde espacios educativos, conservacionistas y redes sociales, y fue ganando fuerza con el paso de los años.
El carpincho también conocido como capibara es el roedor más grande del planeta. Habita en humedales, ríos y lagunas de América del Sur, y se caracteriza por su cuerpo robusto, su pelaje marrón claro y su temperamento tranquilo. Es un excelente nadador y puede sumergirse por varios minutos para escapar de depredadores o simplemente refrescarse.
Además de su simpática apariencia, el carpincho cumple funciones clave en el equilibrio de los ambientes ribereños. Se alimenta de vegetación acuática y ayuda a mantener la salud de los humedales, colaborando con la dispersión de semillas y el control natural del crecimiento de plantas.
¿Por qué no debería ser una mascota?
En los últimos años, la imagen del carpincho ganó popularidad en redes sociales, donde muchas veces se lo presenta como una mascota exótica. Sin embargo, especialistas advierten que no es un animal apto para la vida doméstica. Necesita vivir en grupo, contar con espacios amplios y acceso permanente al agua, condiciones que difícilmente pueden replicarse en un hogar.
Tener un carpincho como mascota no solo atenta contra su bienestar, sino que además está prohibido por leyes provinciales de fauna silvestre en varias regiones del país. Sacarlos de su hábitat puede afectar gravemente su salud y perjudicar al ecosistema del que forman parte.
En lugar de domesticarlos, expertos y organizaciones recomiendan proteger sus hábitats naturales, impulsar políticas de conservación y promover una convivencia responsable, especialmente en zonas donde su presencia es habitual, como áreas cercanas a humedales urbanizados.
Este 10 de julio, la invitación es a conocer más sobre este animal, respetarlo y protegerlo. Porque conservar al carpincho es también cuidar nuestros ecosistemas.