Cada 16 de septiembre, Argentina recuerda uno de los episodios más dolorosos de su historia reciente: la Noche de los Lápices. Este año se conmemoran 49 años desde que, en 1976, un grupo de estudiantes secundarios de La Plata fue secuestrado por la última dictadura cívico-militar.
La mayoría de los adolescentes tenía entre 16 y 18 años y militaba en organizaciones estudiantiles. Su principal reclamo era la restitución del boleto estudiantil, una conquista que les permitía acceder al transporte público para asistir a la escuela.
En total, diez jóvenes fueron secuestrados, de los cuales seis continúan desaparecidos: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro. Los sobrevivientes fueron Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler. La represión que sufrieron se convirtió en un símbolo de la violencia ejercida por el Estado contra la juventud comprometida con la defensa de sus derechos.
En homenaje a su memoria y lucha, el 16 de septiembre fue declarado Día Nacional de la Juventud, con el objetivo de promover la reflexión sobre la importancia de la democracia y los derechos humanos. La consigna “Los lápices siguen escribiendo” recuerda que la memoria, la verdad y la justicia siguen siendo pilares fundamentales para la construcción de una sociedad democrática.
En todo el país, se realizan actos, marchas y actividades educativas para mantener viva la memoria de estos jóvenes, reafirmando el compromiso de las nuevas generaciones con un país más justo, libre y respetuoso de los derechos humanos.