Donald Trump, anunció que impondrá un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio a partir del lunes, en una nueva fase de su política proteccionista.
Durante una conferencia de prensa improvisada, Trump afirmó que “todo el acero que llegue a Estados Unidos estará sometido a un 25% de aranceles”. La medida afectará principalmente a Canadá, el mayor proveedor de estos metales para la industria estadounidense, así como a Brasil, México y Corea del Sur.
Organizaciones como UK Steel advirtieron que la decisión supondrá un “golpe devastador” para un sector ya en crisis. Además, economistas alertan que el aumento de costos impactará en industrias clave dentro de Estados Unidos.
Trump ya había aplicado aranceles similares durante su primer mandato (2017-2021), pero estos fueron eliminados posteriormente por él o por su sucesor, Joe Biden. Ahora, el magnate republicano también anticipó que entre martes y miércoles anunciará “aranceles recíprocos”, con el objetivo de equilibrar la carga impositiva entre productos estadounidenses y extranjeros.
Reacciones internacionales
El anuncio generó respuestas dispares. La Unión Europea advirtió que, de concretarse, aplicará represalias similares a las de 2018, cuando impuso aranceles a productos como el whisky bourbon y las motos Harley-Davidson. En Alemania, el ministro de Economía, Robert Habeck, pidió mantener la “cooperación” con Estados Unidos.
Por su parte, China reaccionó con medidas de represalia que ya entraron en vigor, imponiendo aranceles a productos estadounidenses por 14.000 millones de dólares, mientras que las tarifas de Washington afectan bienes chinos por 525.000 millones de dólares.
Trump también amenazó con aranceles del 25% a México y Canadá, aunque suspendió la medida por un mes para negociar. En cuanto a China, decidió no gravar paquetes de menos de 800 dólares, evitando así afectar a plataformas como Shein y Temu.
El regreso de estas políticas comerciales refuerza el enfoque proteccionista de Trump, con el objetivo de reducir el déficit comercial estadounidense. Sin embargo, expertos advierten que estas medidas podrían desatar nuevas tensiones económicas a nivel global.