Se trata de una etapa experimental con el objetivo de analizar flotabilidad y transmisión de datos.
A través de la Administración Portuaria del Puerto de Comodoro Rivadavia (APPCR) se realizó un operativo de botadura de la boya oceanográfica, proyecto de investigación que se desarrolla en conjunto con el programa CID Mar Austral de la Agencia Comodoro Conocimiento y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB).
En primera instancia, la boya fue trasladada desde Km. 3 hasta el Puerto de Comodoro Rivadavia, donde se dispuso su instalación temporaria y a modo de prueba de su equipamiento hasta su disposición final en el mar.
La operatoria incluyó una hidrógrafa; una grúa de diez toneladas y un bote semirrígido que acompañaron la maniobra con personal de Operaciones y Ambiente de la Administración del Puerto de Comodoro Rivadavia, quienes llevaron adelante la compleja maniobra.
En un sector conocido como el “Diente” situado entre el muelle de Ultramar y el muelle pesquero, el equipamiento será sometido a una prueba de flotabilidad y funcionamiento en general, considerando el aporte estratégico que implicará el monitoreo y relevamiento del entorno marítimo.
La Administración Portuaria del Puerto de Comodoro Rivadavia es parte de éste ambicioso proyecto de desarrollo científico y de investigación junto a Comodoro Conocimiento; el Instituto Multidisciplinario para la Investigación y el Desarrollo Productivo y Social de la Cuenca del Golfo San Jorge (IIDEPyS, UNPSJB-CONICET).
Al respecto, el gerente ejecutivo de la Agencia Comodoro Conocimiento Domingo Squillace señaló que “este es el primer paso luego de acondicionar la boya del Observatorio”.
“Hemos -continuó- realizado todo el trabajo logístico de ponerla a modo de prueba en el Puerto de la ciudad en un trabajo conjunto con la Administración Portuaria, el CONICET, y la UNPSJB, a partir del pedido del intendente de acompañar este tipo de proyectos que permiten el desarrollo marítimo costero, y volver a poner a la ciudad de cara al mar”.
En tanto, el responsable del Programa Observatorio Oceanográfico Golfo San Jorge de Comodoro Conocimiento, Gustavo Méndez, detalló que “la boya forma parte del Programa Observatorio Oceanográfico Golfo San Jorge y es un instrumento de características oceanográficas y de mediciones físicas”.
“En este momento -agregó- estamos probando unos sensores de fabricación nacional para medir corrientes superficiales, altura y cadencia de olas, además de sensores de temperatura, viento y radiación. Ahora la boya quedó anclada en el Puerto dónde se realizarán una serie de ensayos para corroborar su correcto funcionamiento y posteriormente en unas semanas, llevarla al lugar definitivo”.
Asimismo, Méndez comentó que “el Observatorio va a contar con tres aparatos: una boya oceanográfica, un mareógrafo que ya está instalado en el puerto, y estaciones meteorológicas en los puertos de Caleta Córdova y Comodoro; todo ello estará integrado en una sola base de datos, que inicialmente dependerá del Instituto Roma y luego será una base de datos propia”.
Carácter experimental
Esta instancia reviste carácter experimental tras el acondicionamiento y recuperación de la boya desde el Observatorio Oceanográfico. El equipo está dotado de herramientas para el desarrollo vinculado con el frente marítimo costero y tras su primer anclaje en el Puerto, comenzará a transmitir información y mediciones físicas a partir de la instalación de sensores.
En principio, se instalaron equipos de fabricación nacional, un correntómetro y un olígrafo, que aportarán información sobre las corrientes superficiales como altura y cadencia de olas además de sensores de temperatura, viento y radiación, parámetros que están orientados a la producción primaria en el mar.
El proyecto
El proyecto contempla además de la instalación de la boya oceanográfica específica, un mareógrafo ya instalado en el Puerto como estaciones meteorológicas en Comodoro Rivadavia y Caleta Córdova que se “unificarán” generando una fuente de datos propia mediante la Red de Observación Marina Argentina (ROMA).
Superada la instancia de prueba, se procederá a su instalación definitiva en alta mar, donde brindará un instrumento estratégico para estudiar las condiciones marinas respecto a la temperatura, salinidad y estudio de las corrientes del Atlántico Sur como de la detección temprana de eventuales fenómenos climáticos.